Cómo proteger las buenas prácticas de escritura ante el mal uso de la IA en las aulas
Ahmer Naseer
4/29/2025

Cómo proteger las buenas prácticas de escritura ante el mal uso de la IA en las aulas
La IA ha transformado significativamen con la educación siendo te diversas industrias, una de las más afectadas. Sin embargo, la inteligencia artificial nunca podrá reemplazar el razonamiento human'o ni siquiera el estilo de escritura.
En la publicación de hoy, compartiremos una guía completa sobre cómo los educadores pueden dife’renciar el contenido de IA del contenido generado por humanos. Finalmente, también proporcionaremos estrategias efectivas que las instituciones educativas pueden implementar para enseñar a los estudiantes a usar la IA de forma responsable.
¿Está la IA alterando el proceso habitual de aprendizaje?
Desde el principio de los tiempos, el propósito del aprendizaje ha sido adquirir conocimientos. El proceso implica comprender, analizar y aplicar lo aprendido en la vida real. En general, este proceso de aprendizaje comprende el pensamiento crítico, la personalización y, por supuesto, un gran esfuerzo mental manual.
Ahora bien, el contenido que generan las herramientas de IA no implica razonamiento humano ni análisis crítico. Sí, la inteligencia artificial puede resolver ecuaciones complejas, generar ensayos exhaustivos o incluso razonar sobre temas cruciales. En cualquier caso, la IA hace todo esto a expensas de implementar el proceso de aprendizaje.
En lugar de aprender a pensar críticamente, los estudiantes se centran cada vez más en obtener resultados rápidos con el mínimo esfuerzo. Este cambio plantea una pregunta importante: ¿estamos creando una generación de estudiantes o simplemente de consumidores de contenido?
La IA no es el enemigo. Utilizada éticamente, puede apoyar el proceso de aprendizaje, ofreciendo explicaciones, generando ideas o proporcionando retroalimentación. Pero cuando se convierte en un atajo, devalúa la esencia misma de la educación.
¿Puede la Inteligencia Artificial imitar la escritura humana?
La IA puede hacerlo todo: puede generar contenido desde cero, gramatical y factualmente correcto. Pero la inteligencia artificial nunca podrá imitar la forma en que escribimos los humanos. Nuestros estilos de escritura a menudo consisten en expresiones, emociones y patrones variables de los que la IA carece.
Sí, podemos incitar a las herramientas de inteligencia artificial a que nos proporcionen contenido personalizado o humanizado. Incluso después de todo esto, podría proporcionarnos contenido prometedor que, a menudo, podría eludir las herramientas de detección de la IA.
El problema con estas herramientas de automatización es que funcionan mediante el mecanismo de prueba y error. A veces, las indicaciones pueden generar contenido que suene robótico e indique directamente el uso de IA. En otras ocasiones, la inteligencia artificial puede acertar y escribir igual que los humanos.
Estas diferencias, aunque a veces sutiles, pueden ser fácilmente identificadas por educadores bien capacitados. Los docentes suelen tener cientos de trabajos que revisar y, por lo tanto, conocen los patrones que puede seguir un escritor real. Un cambio leve o sutil en estos formatos puede ayudar a los educadores a distinguir el trabajo humano del contenido generado por máquinas.
¿Qué prácticas de escritura sigue la inteligencia artificial?
Las herramie’ntas de IA no piensan, sienten ni razonan. Se basan en vastos conjuntos de datos y en el reconocimiento de patrones para generar contenido. Como resultado, el contenido escrito por IA suele presentar características distintivas:
• Uso excesivo de patrones preexistentes
La IA tiende a depender en gran medida de la redacción y la estructura predecibles. Esto genera patrones repetitivos de oraciones o transiciones que carecen de variedad y profundidad.
Otra razón para este formato es que la IA no piensa críticamente antes de generar contenido. En cambio, genera información utilizando contenido preexistente. Por ello, el patrón creado por estas herramientas a menudo puede resultar redundante. Este es uno de los indicadores más fáciles para que los educadores detecten el contenido generado por IA.
• Tono de escritura consistente pero inusual
La inteligencia artificial ahora se entrena de forma consistente para imitar los estilos de escritura humanos. Este aprendizaje automático ha proporcionado una ayuda invaluable para generar contenido que parece humano y elude las herramientas de detección de la IA. Sin embargo, la inteligencia artificial a veces puede volverse inusual porque, después de todo, es una máquina.
Un extracto generado por IA tendría un tono consistente de principio a fin, pero llegaría un punto en que este podría volverse inusual. O podría haber espacios incoherentes al pasar de un párrafo a otro. En cualquier caso, este tono variable indicaría la presencia de inteligencia artificial.
• Contenido sin análisis crítico
La inteligencia artificial proporciona contenido informativo bien formulado, pero no explica por qué ni cómo funciona un fenómeno determinado. Por ejemplo, un artículo generado por IA podría abarcar todo sobre el tema, pero no incluir su aspecto crítico. En resumen, podría resumir el "qué" de un tema sin explorar el "por qué" ni el "cómo".
Ahora bien, en la escritura humana, el análisis crítico es clave para comprender un tema. Un escritor es capaz de integrar diferentes perspectivas y vincular ideas de diversas disciplinas. Este análisis también puede implicar cuestionar suposiciones o evaluar las fortalezas y debilidades de diversos argumentos. Sin embargo, la IA no posee estas capacidades en absoluto.
• Precisión Fáctica Limitada
Siempre se recomienda utilizar herramientas de inteligencia artificial para estructurar el contenido y no para obtener datos fácticos. ¿El motivo? La IA no proporciona datos ni perspectivas en tiempo real. Puede generar resultados según las indicaciones dadas, pero los datos suelen ser cuestionables debido a su inexactitud.
Por ejemplo, si una persona realiza una investigación y obtiene datos estadísticos de la IA, existe la probabilidad de que la perspectiva sea inexacta. Esto se debe simplemente a que la inteligencia artificial se entrena con un logaritmo utilizando datos preexistentes. Por lo tanto, es posible que la IA no detecte lo que esté sucediendo en ese momento o en la situación actual.
• Escritura repetitiva
Otra señal importante de un trabajo escrito artificialmente es la repetición constante de oraciones, frases y párrafos. A menudo, la estructura puede alterarse ligeramente, pero la esencia del contenido puede permanecer intacta. Por esta razón, el contenido generado por IA suele parecer robótico, monótono o aburrido.
• Ausencia de emociones o experiencias personales
Otra característica distintiva del contenido generado por IA es la ausencia de emociones o experiencias personales. La escritura humana suele tener un toque p’ersonal. Puede ser la perspectiva única del escritor o anécdotas personales las que hacen que el contenido sea cercano. Esto es algo que la IA tiene dificultades para replicar.
Por ejemplo, un estudiante podría compartir una historia personal o una perspectiva de la vida real para ilustrar un punto en un ensayo. Estos elementos no solo atraen a los lectores, sino que también demuestran el pensamiento crítico y la reflexión del escritor.
En cambio, el contenido generado por IA tiende a carecer de emociones. La IA no puede sentir ni experimentar la vida de verdad, por l"o que no puede proporcionar "la profundidad emocional que a menudo impregna la escritura. Por ejemplo, la inteligencia artificial podría incluir frases como "este fue un evento importante", pero no puede transmitir por qué fue importante ni cómo se sintió el autor.
¿Cómo pueden los educadores abordar el uso indebido de la IA en el aula?
Los educadores son quienes más se benefician y, al mi'smo tiempo, quienes más sufren gracias a la llegada de las herramientas de inteligencia artificial. Las instituciones educativas están satisfechas con la forma en que la IA les ayuda a mejorar su trabajo. Sin embargo, lo que no le’s gusta es cómo estas máquinas desalientan el pensamiento crítico y promueven atajos.
Algunas estrategias que los educadores pueden utilizar para abordar el uso indebido de la IA y promover su uso ético en el aula son:
• Evaluar el estilo de escritura de cada estudiante
Cada individuo tiene una forma única de escribir, que puede incluir el uso de ciertas frases o un estilo específico de raz'onamiento. Las instituciones educativas deben solicitar a todos los estudiantes que entreguen un ensayo al incorporarse a la clase. Una vez que un educador tenga una base de referencia sobre cómo escribe un estudiante, podrá detectar el uso de la IA más adelante.
Por lo tanto, si se detecta un cambio repentino en el estilo, tono o estructura de escritura de un estudiante, también se puede comparar con el borrador inicial. Esto permitiría a los instructores tener una idea clara de si el estudiante está usando IA o simplemente ha superado sus hábitos de escritura.
• Seguimiento de inconsistencias
Los educadores siempre deben estar atentos a ideas o patrones de pensamiento inconsistentes en las tareas. La IA a menudo puede generar contenido inconsistente, como saltar abruptamente de una idea a otra. Si un trabajo sigue esta estructura, podría indicar claramente el uso de una herramienta de inteligencia artificial.
Por ejemplo, un trabajo puede abordar un tema en un párrafo y cambiar abruptamente a otro en el siguiente. Por lo tanto, si el 'contenido no tiene transicion'es o no es consistente en todo momento, definitivamente está generado por IA.
Además, si un estudiante entrega un trabajo con patrones inconsistentes, los profesores deben compararlo con su trabajo anterior. Por ejemplo, si alguien antes era considerado con los patrones y ahora es irresponsable, esto podría indicar una dependencia excesiva de la IA.
• Identificar experiencias personales en el contenido
Los profesores deben destacar cómo el estudiante utiliza experiencias o historias personales al escribir una tarea. Esto no significa que el contenido deba ser demasiado informal, sino que debe tener ese toque personal que involucre emociones reales.
Esta personalización es el verdadero indicador de la escritura humana. Por muy innovadora que sea la IA, no puede replicar estas características como lo hacen los humanos. Los profesores deben animar regularmente a los estudiantes a utilizar estudios de caso o reflexiones personales en sus escritos. Esto les permitirá evaluar si el estudiante está pensando críticamente sobre el tema en cuestión.
Por ejemplo, si una tarea carece de esta personalización, podría ser una señal de que el estudiante utilizó una herramienta de IA para completarla.
• Pida a los estudiantes que entreguen varios borradores
Otra manera en que los educadores pueden mantener buenas prácticas de escritura es pedir a los estudiantes que entreguen varios borradores mientras trabajan en sus trabajos. No es raro que muchos preparen un borrador antes de finalizar el trabajo final.
Al analizar estos borradores, los instructores pueden comprender claramente los procesos de pensamiento que se llevaron a cabo durante su escritura. Esto también garantiza que los estudiantes utilicen su propio pensamiento crítico y razonamiento en lugar de depender de la IA.
• Mantenga un registro de las revisiones
La forma en que un estudiante intenta revisar su trabajo puede indicar mucho si utiliza IA o no. Por ejemplo, si un borrador que previamente tuvo muchas revisiones está ahora demasiado pulido, podría indicar el uso de herramientas de inteligencia artificial.
Además, mantener un registro de las revisiones también puede ayudar a los educadores a evaluar cómo progresa el trabajo de un estudiante de un borrador a otro. Les da una visión más clara de cómo sus ideas cambian con el tiempo y si necesitan alguna mejora o refinamiento.
• Promover la evaluación preliminar presencial
Promover interacciones cara a cara durante el proceso de revisión del borrador puede ayudar a los educadores a evaluar la comprensión del estudiante sobre su trabajo. Hablar personalmente con el estudiante sobre la tarea permite al docente indagar si realmente comprende el material. Si un estudiante tiene dificultades para desarrollar sus ideas, podría ser una señal de que el trabajo está generado por IA.
• Obtener ayuda de un detector de IA o un detector de plagio
Los docentes que no quieran que sus estudiantes comprometan sus buenas prácticas de escritura también pueden obtener ayuda de un detector de IA o un detector de plagio. Plagiarism Checker es particularmente útil para identificar todas las fuentes de donde se podrían haber copiado ciertas secciones de la tarea.
También es importante consultar con un verificador de IA fiable y confiable para identificar partes de la tarea que podrían haberse generado con IA. Estos verificadores ofrecen un análisis exhaustivo del contenido, tanto a nivel de frase como de oración.
Los profesores pueden aprovechar esta información y preguntar a los estudiantes sobre su dependencia de las herramientas de IA. Además, los profesores también pueden usar herramientas de detección de plagio que garantizan que el contenido entregado no sea copiado ni pegado.
• Diseño de Tareas Subjetivas
Una de las mejores maneras de proteger las buenas prácticas de escritura y reducir el uso excesivo de herramientas de IA por parte de los estudiantes es asignarles tareas subjetivas. Estas pueden consistir en tareas abiertas que obliguen a los estudiantes a expresar sus opiniones mediante respuestas personalizadas.
Estos cuestionarios o trabajos permiten a los estudiantes profundizar en su trabajo. Como resultado, los instructores también comprenden mejor las aportaciones del estudiante sobre su materia y si recurre a atajos artificiales.
El Rol del Educador en el Uso Responsable de la IA
La inteligencia artificial puede ser de gran ayuda, pero la regla es usarla con cuidado. El rol de los educadores es guiar a los estudiantes a:
-
Usar la IA solo para refinar o mejorar el contenido: Animar a los estudiantes a usar la inteligencia artificial solo para mejorar y refinar la gramática, la ortografía o la estructura de las oraciones.
-
Aprovechar la IA para generar ideas o recopilar ideas: Orientar a los estudiantes sobre cómo la IA puede ser un recurso valioso para recopilar y organizar ideas.
-
Aprender a usar la IA a través de políticas académicas: Las instituciones deben integrar políticas de integridad académica al orientar a los estudiantes sobre el uso ético de la IA.
-
Utilizar un detector de IA o un detector de plagio: Los docentes deben educar a los estudiantes sobre el uso de un detector de IA o un detector de plagio, incluso si usan la IA solo para generar ideas.
Para citar contenido correctamente: Muchos estudiantes no suelen saber cómo citar fuentes correctamente. Los educadores deben enseñar a los estudiantes la importancia de las citas, incluso para el contenido generado por IA. Además, deben considerar la introducción de un generador de citas para simplificar el proceso.
Conclusión
La IA, sin duda, es una fuerza transformadora importante en el ámbito educativo. Sin embargo, su capacidad para reemplazar la voz humana parece prácticamente imposible en este momento. Por el momento, depender de la inteligencia artificial no solo socava el verdadero significado del aprendizaje, sino que también perjudica la credibilidad del contenido.
Pero esto no significa que la IA pueda ser la señal de alerta. Todavía se puede utilizar para organizar ideas, impulsar patrones de pensamiento y generar esquemas. En definitiva, la regla es nunca confiar en estas herramientas para crear contenido desde cero. E incluso si se utilizan, también se debe considerar el uso de detectores de IA o herramientas de detección de plagio para verificar la originalidad del contenido.
Herramientas fiables de detección de IA, como isgen, ofrecen un análisis exhaustivo de los fragmentos generados mediante inteligencia artificial. Es compatible con más de 40 idiomas y realiza evaluaciones a nivel de frase para garantizar la autenticidad del contenido.